Un grupo de científicos italianos parece haber dado con la clave, al descubrir que la piel de la uva contiene melatonina.
Se trata de una hormona que también produce el cerebro humano y que regula los ciclos de sueño y la vigilia.
Así, nuestros niveles de melatonina aumentan por las noches y descienden de día.
Los investigadores han testado ocho tipos diferentes de uvas y en todas ellas han comprobado la existencia de esta hormona. Así es que, lo mismo da que la copa sea de Merlot o Cabernet.