Desde Vinos & Bodegas te brindamos algunas pautas fáciles de implementar antes de abrir una botella
En Vinos & Bodegas nos declaramos contrarios a decretar qué está bien y que está mal a la hora de abordar el mundo del vino.
De modo que esta pequeña guía no pretende ser más que un compilado de sugerencias o hábitos muy simples que, especialmente para los que recién se inician, podrán ser útiles a la hora de incrementar el conocimiento.
Porque, si hay un concepto fundamental en el mundo del vino es que más conocimiento es sinónimo de más placer.
En estos casos, se puede trazar un paralelismo con un viaje o la visita a un museo: quien tenga información a mano podrá sacarle másprovecho a la experiencia.
De modo que, a continuación, te ofrecemos cinco consejos muy prácticos y simples para que disfrutar de un vino sea más que ir al chino o al súper para elegir alguna etiqueta.
1. ¿Tenés un vino muy bueno? Aprovechá y comparalo con uno entry level
¿Te regalaron o te diste el gusto de comprarte un ejemplar de muy alta gama? Entonces, antes de descorcharlo, tratá de conseguir unaetiqueta económica y serví ambos a la vez. Al tener las dos copas enfrente vas a tomar una mayor dimensión de las características que hacen de un vino un ejemplar de alto vuelo. Prestá atención a los detalles, analizá el nivel de complejidad aromática, el peso o amplitud en boca, el tiempo de permanencia en el paladar, entre otras cosas. En definitiva, establecé un diálogo de a tres. Comparando vas a poder tener un mejor parámetro.
2. Si todavía tenés el prejuicio, rompelo: visitá más vinotecas
Hay prejuicios negativos que todavía siguen vigentes alrededor de las vinotecas. Y dos de ellos explican algunas de las razones por las cuales muchos consumidores todavía no las frecuentan: está el mito de que sólo tienen vinos de altísima gama y que son más caros que en otros comercios. La realidad es que hoy es posible encontrar en vinotecas etiquetas incluso por menos de $100. Pero no todo es una cuestión de precios: además, vas a tener la posibilidad de encontrar ejemplares que, seguramente, no habías visto en ningún otro lado. Si vas a empezar a recorrer locales, tratá de darte una vuelta por lugares que pongan mucho foco en la atención y que estén atendidos por gente que tenga mucha pasión por el vino, ¡van a estar gustosos de ayudarte! Nuestros lugares recomendados son Pain et Vin (Gorriti 5132, Palermo), MrWines (Aranguren 1078, Caballito), Lo de Joaquín Alberdi (Jorge Luis Borges 1772, Palermo) y Ombú de la Esperanza (Alfaro 226, Acassuso).
3. Empezá a explorar por regiones o cepas
En lugar de ir eligiendo y probando vinos nuevos en función de marcas, tratá de armarte un “cronograma” para organizar tus compras en función de un eje. La idea es sistematizar el conocimiento. Si probaste un vino de tal o cual región o probaste una variedad determinada, y te gustó o no te convenció, lo recomendable no es abrir un juicio de valor automático. Así como una teoría científica no se construye a partir de un solo caso, un juicio de valor hacia una cepa o una región se merece más que una botella. Por eso, organizate y durante unas semanas o un mes, por ejemplo, manejá tus compras en función de grandes zonas (Patagonia, Cafayate, etc) o ya de regiones más específicas, como Gualtallary o Altamira (Valle de Uco) o Agrelo y Perdriel (Luján de Cuyo). Luego sí sacá tus conclusiones.
4. ¿Decanter? No hay mejor forma de oxigenar un vino que un par de buenas copas
¿Estás pensando en comprar un decanter? Si bien es una herramienta útil, en casa podés tener la mejor forma de oxigenar vinos condos buenas copas a mano. Los ejemplares, especialmente los de guarda, requieren de un tiempo en contacto con el oxígeno para que aromas clave, muchas veces sutiles, se manifiesten y ganen expresividad. Entonces, cuando abras un vino con unos años en botella,servite un poco en ambas copas: una para ir bebiendo y la otra para dejarla descansar a un costado. Dejala un buen rato y, en cuanto vuelvas a servirte otra copa, volvé a ella y compará el nivel de complejidad y los marcados cambios que seguramente experimentó ese vino con esa cuota de oxígeno.
5. Desconfía de esa cava refrigerada de oferta
Seguramente tiene buen diseño, entra justo en ese rincón del comedor y podés organizar tus vinos. El punto central es que no todos los equipos están preparados para conservar de la mejor manera tus vinos. En general, los modelos más económicos no cuentan con unafunción clave, que es la de mantener la humedad, fundamental para que el corcho no se reseque y se evite un paso no controlado de oxígeno durante la estiba. Únicamente ofrecen el control térmico, algo que podrás reemplazar fácilmente con tu heladera un rato antes de poner el vino en la mesa (sea blanco o tinto). Además, el gasto para mantenerlas funcionando es otro aspecto a tener en cuenta: una cava termoeléctrica, sin compresor, funcionado los 365 días del año puede llegar a consumir lo mismo que un televisor o un ventilador de techo. Entonces, en vez de gastar esos $3.000 en una cava para 12 botellas (más la boleta de luz), podés gastar eso en10 o 15 grandes vinos.