En realidad no todos los vinos son de guarda ni todos los vinos son mejores cuanto más añejos. Hay que saber elegir cuándo un vino está en el momento ideal para ser consumido. Te dejamos una guía.
La edad no confiere al vino las propiedades que no le son propias, por ello es importante identificar los vinos que si son de guarda. La variedad de uva, el terroir, las técnicas de vinificación etc son las que determinan la aptitud de un vino para la crianza. Uvas como la cabernet sauvignon o la syrah, son más ricas en taninos y le confieren mayor potencial de maduración al vino por ejemplo.
Así mismo vinos con alta graduación y criados en barricas nuevas de roble también tienen mayores posibilidades de ser más longevos.
Te dejamos unos tips, que si bien son una generalidad te pueden ayudar a dislumbrar las posibilidades de los vinos.
Los vinos blancos jóvenes y vinos rosados: Se beben preferentemente durante el primer año desde su salida al mercado. Se aprecian en su juventud, mientras mantienen su intensidad frutal y su acidez.
Vinos espumosos: Los que no indican el año de cosecha no mejoran en la botella, por lo que lo preferible es beberlos jóvenes. Los de cosecha aguantan más la guarda, pueden soportar hasta 7 años dependiendo de la zona y del año, aunque es preferible beberlos a los 5 años (Vintage o cuvée de prestigio).
Vinos blancos criados en roble o fermentados: pueden mejorar durante 3 años y el roble aporta cuerpo y cremosidad al vino, que desarrolla aromas más complejos.
Vinos tintos jóvenes: Lo importante es que mantengan su intensidad frutal, por lo que no es recomendable tomarlos pasados dos años de su salida al mercado.
Vinos tintos de guarda: Evolucionan durante años incluso décadas en botella, Son vinos longevos por la concentración de taninos y su estructura, cosa que les confiere también la crianza en roble. En esta categoría se incluye los vinos de calidad superior.
Vinos dulces: Si hablamos sobre todo generosos, como algunos vinos de jerez o el oporto, soportan un guarda de varios años, debido a su concentración y grado alcohólico. Elaborados a partir de uvas maduras estos vinos poseen un alto contenido de azúcar residual.