El título se lo ha otorgado la guía de vinos más prestigiosa del sector internacional. La misma publicación también lo premió hace cuatro años como el mejor caldo español de la historia con un precio inferior a 15 euros. Dicen los expertos que este tipo de caldos respetan más la fruta y nos recuerdan que el vino sabe a vino. Además, las bodegas han comenzado a desarrollar esta variedad de joven roble para acercar su consumo a más personas.
«Estos vinos son más fáciles de beber, más entendibles por el público». Con estas palabras se ha referido Iván Pérez, responsable de la Finca Villacreces.
Pese a que somos el país con mayor superficie de viñedos del mundo, no lideramos el consumo y tampoco estamos entre los 10 primeros de la lista. Bebemos una media de 21 litros por persona al año por debajo de portugueses y franceses que llegan incluso a doblar esa cantidad.