En Chile hace varios años que se está llevando a cabo una actividad bastante especial con respecto al vino. Estas son bodegas sumergidas en el mar, donde pueden descansar los vinos en un período relativamente corto, para que después sus futuros bebedores, lo elijan y lo saquen de éstas «Cavas Submarinas«.
Al comienzo, fue una idea completamente vaga y poco creíble, pero luego se le fueron realizando pruebas al vino, y realmente se obtuvo un cambio significativo en cuanto a sudelicia. Por ejemplo, uno de los cambios que se produjo en el vino blanco, es que se le atribuía un carácter más espumoso, teniendo los vinos tintos también un cambio aromático que no estaban presentes antes de la inmersión.
Luego de comprobar que esta nueva técnica proporcionaba rasgos distintos al vino, y permitía una nueva degustación, se han implementado varias maneras para que todo sea aún más exquisito y de ‘lujo’ ; ya que el tiempo que se encuentra el vino en el agua ronda entre los 2 y6 meses.
Por esto, se buscó un corcho que fuera totalmente hermético, para así eliminar cualquier posibilidad de filtro.Además de que la etiqueta debía resistir seis meses bajo el agua, sin deteriorarse.
Está claro que son detalles, pero le dan más estética, además de lo que el movimiento del mar entrega al vino en ese lapso.
Tal vez esté mal decirlo, pero se han aprovechado últimamente de esta idea, pues ha comenzado a circular en las costas chilenas un recorrido turístico denominado «Ruta Cavas Submarinas«.
En esta invitación (que no es para nada gratis) las personas se aventuran con la actividad (buceo) de ‘encontrar’ su vino.
Personalmente, me animaría a degustar uno de estos Vinos Submarinos, para comprobar si son tan especiales y ver cual es ese ‘toque’ marítimo..